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viernes, 29 de agosto de 2014

De vuelta...

Siento mucho haber estado apartada del blog durante tantas semanas. La verdad que me duele mucho no haber estado escribiendo, ya que pienso que es por eso, porque me he "relajado" y he bajado la guardia, por lo que he tenido alguna que otra recaída en estos días...

Me cuesta mucho escribir que he vuelto a caer, que la enfermedad me ha vuelto a vencer... Todo el mundo confiaba mucho en mí, los médicos, mi familia, amigos, e incluso yo misma... Pero ahora sí, de verdad que voy a controlar mejor la sensación de hambre, y voy a comer lo que me apetezca, hasta saciarme de forma física y no psicológica (ya que si por mi fuera, no paraba de comer). 

Ahora bien, tengo que contar la versión positiva de todo esto, no todo es malo. La verdad que los días que he vomitado han sido muy pocos. Y además he sido muy feliz durante todo el verano, he salido, he ido a la playa, he disfrutado mucho de mis amigos, de mi familia y de mi gente, pero sobre todo he disfrutado de mí

He estado muy a gusto conmigo misma, hasta el punto de que ahora peso 55 kg y me da bastante igual, me veo bien, pienso que podría estar mas delgada sí, pero también más gorda. Cuando vuelva la rutina y no tenga tanto tiempo libre pensaré menos en comer y comer y me centraré un poco más. Os iré contando
Muchas gracias por leerme, un besito :))


1 comentario:

  1. Hola. Hoy me he pasado por tu blog y mierda que la vida es difícil. No he sufrido de ningún trastorno alimenticio, pero me he hecho daño unas cuántas veces. Comprendo de cierta manera el cómo te sientes. Verás, mi situación no fue de larga duración, me atrevo a decir que pude aguantar las ganas de hacerlo antes de ir más lejos. Solo unas pocas personas lo saben. El punto es, a pesar de que no tengo las ansias de hacerlo, siempre que me pasa algo malo me quedo contemplando la navaja. Hasta ahora no he recaído, pero he estado a punto de. No quiero presumirte, ni mucho menos, solo quiero desearte fuerza: porque sí la hay. He conocido personas que están en lo más profundo del hoyo y han podido salir. Tu no eres la excepción querida, y te confieso que al leer tus experiencias, sé que eres una persona fuerte y todos tus esfuerzos no han sido ni serán en vano.

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